La startup Green Gen Technologies, con sede en Toulouse (Francia), ha desarrollado una botella de fibra de lino para revolucionar el mundo de los contenedores.
Esta primera botella de base biológica se desarrolló después de tres años de investigación. Su objetivo es reemplazar al tradicional vidrio con otros contenedores de origen vegetal y con una huella de carbono negativa. Al frente de este proyecto están James de Roany, el inventor, y Séverine Laurent. Después de haber trabajado durante mucho tiempo en vinos y licores, James de Roany imaginó este nuevo envase, del cual presentó la patente en diciembre del año pasado. Usando la lógica, eligió la fibra de lino que ya se usa en alta tecnología, en sectores como la automoción, la aeronáutica o los equipos deportivos. También señala que el 67% de la producción mundial de lino se produce en Francia y que su cultivo no requiere riego ni productos fitosanitarios.
La fabricación de esta innovadora botella consiste en un calcetín de fibra de lino aplicado a un molde al que se le inyecta resina de arroz calentada. El interior de la botella, que es totalmente compostable y biodegradable, está cubierto con una película para uso alimentario que impide todas las trasmisiones, tanto al exterior como hacia el interior. La revolucionaria botella, que se desarrolla en colaboración con una empresa líder a nivel mundial con sede en Suecia, actualmente está disponible en tres formatos: 50, 70 y 75 cl. Su resistencia a los golpes y arañazos no tendría parangón y su ligereza es impresionante; de hecho, su masa alcanza 190 gramos para un volumen de 75 cl, frente a los 300 gramos a 1 kilo de las botellas tradicionales de vidrio.
Green Gen Technologies ya está en contacto con muchas empresas del sector del vino, la cerveza y las bebidas espirituosas, así como con refrescos y cosméticos, para debatir sobre este prometedor producto. El siguiente paso es financiar la línea de producción…
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