La consejera Alicia Vanoostende, defendió, entre otras cuestiones de interés, la apuesta férrea de la Consejería por el Plan Estratégico de Soberanía Alimentaria para Canarias como clave del cambio ambiental y social, y motor de nuestro sector con los agricultores, ganaderos y pescadores en el centro de la política agraria. Este programa buscará la obtención de productos de cercanía, saludables y de calidad, con especial énfasis en la agricultura ecológica.
“Con la puesta en marcha del Plan de Soberanía Alimentaria para Canarias impulsaremos la competitividad de las explotaciones, la mejora de la calidad de vida de las personas del sector y el incremento de las rentas agrarias. Además, incidió en “la apuesta por fomentar el relevo generacional y la revalorización del producto local”.
Como pieza fundamental en la articulación de objetivos de la Consejería, el POSEI, el PDR y el REA se sostienen como piezas esenciales:
“Defenderemos las particularidades de Canarias, junto con las otras RUP, para mantener la ficha financiera actual. Por su parte, e inexorablemente ligado al POSEI, el PDR, que entra también en fase de revisión, por lo que incluiremos y apoyaremos las especificidades de nuestra Comunidad Autónoma. Para el REA, seguiremos analizando mejoras de cara a los insumos del sector agrario”, subrayó.
Otra de las líneas de actuación será el Plan de Mejora y Modernización Administrativa, que permitirá la simplificación de los trámites administrativos respecto a la subvenciones. Alicia Vanoostende destacó que “será fundamental la instauración de programas informáticos y apps para la articulación de este gran reto de actualizar el mecanismo administrativo”.
Los desafíos en I+D+i se presentan como retos ineludibles. En este sentido, los organismos vinculados a la Consejería como el ICCA y el ICIA, jugarán un papel significativo.
“Continuaremos trabajando en el programa de los Ecocomedores y estableceremos nuevas medidas de protección, como puede ser el caso de una IGP para el aguacate, la revalorización del producto local y el empuje a los diferentes proyectos con razas autóctonas, estudios de plagas, y la mejora de variedades, todo, desde el lenguaje de la sostenibilidad”, argumentó en la mañana de hoy.
El binomio turismo y agricultura es otro de los ejes determinantes dentro de la batería de acciones que llevará a cabo la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca. “El sector de la hostelería y la restauración pueden potenciar el producto local, ofreciéndolo como parte de la experiencia turística, sin olvidarnos de las posibilidades de la actividad turística complementaria que se puede realizar en el suelo agrario mediante el uso turístico de las explotaciones”, resaltó.
Dentro de las propuestas que se llevarán a cabo en el ámbito de la agricultura, los controles fitosanitarios, el apoyo a los PIF y el control de plagas, se unirán a los procedimientos de coordinación con los cabildos y consejos insulares de aguas para la elección de los proyectos de regadío. También, la formación agraria en las escuelas de capacitación y los planes estratégicos para los cultivos emergentes como el aguacate.
Para la ganadería, la legalización de un mayor número de explotaciones ganaderas, el mantenimiento de las razas autóctonas y el refuerzo de la sanidad animal, serán las líneas maestras que se añaden a la elaboración de un plan forrajero efectivo que de respuesta a las demandas de los ganaderos. Por último, se espera que la mejora del REA sea una realidad.
En cuanto a los objetivos para la pesca, la modernización de la flota y la formación se convierten en refuerzos esenciales. Así, se elaborará un plan estratégico pesquero para cada cofradía, una mayor agilidad a la hora de facilitar el acceso del sector a las ayudas, y la mejora de los controles para luchar contra el furtivismo. Además, se fomentará la acuicultura y se seguirán exigiendo los porcentajes de cuotas de túnidos acorde a nuestro histórico de capturas.
Por último, Alicia Vanoostende, concluyó su intervención con la importancia de “incrementar el peso de nuestro sector primario en el modelo económico, con unas políticas agrarias que deben centrar sus objetivos en promover la producción local, apoyar a los sectores exportadores tradicionales y fomentar la venta de otros productos agrícolas fuera de Canarias, tal y como defendió el presidente del Gobierno canario en su discurso de investidura”.