El aguacate cultivado en las Islas Canarias ha sido oficialmente reconocido por la Unión Europea con el distintivo de Indicación Geográfica Protegida (IGP), un aval que lo sitúa entre los productos agroalimentarios con calidad diferenciada del continente. Así lo recoge el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), que publica su inscripción definitiva en el registro comunitario.
Este reconocimiento se suma a los obtenidos por otros productos emblemáticos del archipiélago como el Plátano de Canarias, convirtiéndose además en el primer aguacate del mundo en alcanzar este estatus.
Un distintivo que impulsa el sector aguacatero
El sello IGP “Aguacate de Canarias” entrará en vigor veinte días después de su publicación oficial y garantiza que las frutas comercializadas bajo esta denominación cumplen con estrictos criterios de calidad y origen. Solo aquellos ejemplares cultivados en el archipiélago y certificados por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) podrán llevar esta etiqueta.
La solicitud fue tramitada por ASGUACAN, entidad que agrupa a diversas Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) del archipiélago, mientras que la supervisión y control del cumplimiento de los requisitos recaerá en el ICCA.
Según los últimos datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), el cultivo del aguacate continúa su expansión, con una superficie cultivada que alcanzó en 2023 las 2.438,8 hectáreas y una producción de más de 14.600 toneladas, lo que supone un crecimiento medio anual del 8%.
Apoyo institucional a una apuesta por la calidad
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, subrayó la importancia del reconocimiento: “En la última década se ha duplicado la superficie destinada al aguacate en las islas. La obtención de la IGP es un respaldo clave a los agricultores y agricultoras que han apostado por este cultivo, que ofrece una calidad extraordinaria gracias a las condiciones únicas del territorio insular”.
Desde el ICCA, su director, Luis Arráez Guadalupe, destacó que el distintivo IGP servirá para diferenciar el aguacate canario frente a otras producciones en el mercado, ofreciendo además herramientas legales para combatir la competencia desleal.
Variedades, características y sabor con identidad isleña
El pliego de condiciones que regula el uso de la IGP incluye distintas variedades de aguacate como Hass, Fuerte, Orotava, Pinkerton, Reed y Carmen, todas cultivadas para el consumo en fresco.
Este reglamento también establece criterios concretos en cuanto a forma, peso, color, textura y sabor. El ‘Aguacate de Canarias’ se caracteriza por su pulpa cremosa y suave, con matices que oscilan entre el amarillo y el verde, y un sabor ligeramente herbáceo con notas de frutos secos, resultado de las condiciones microclimáticas y del suelo volcánico de las islas.
Canarias: tierra de productos con identidad propia
Con esta nueva incorporación, el aguacate se une a una lista cada vez más amplia de productos canarios con reconocimiento europeo. Bajo la protección de la IGP también figuran el Plátano de Canarias, el Gofio Canario y el Ronmiel Canario. Por su parte, productos como el Queso Palmero, el Queso Majorero, la Miel de Tenerife o las Papas Antiguas de Canarias cuentan con Denominación de Origen Protegida (DOP).
Además, el archipiélago presume de una notable riqueza vitivinícola, con varias DOP de vinos distribuidas en casi todas las islas. A todo esto se suman otros distintivos de calidad como el sello de producción ecológica o la etiqueta de Productos RUP (Regiones Ultraperiféricas).
