Los vinos de Bodegas Ferrera se envuelven con nueva imagen
En las instalaciones de la Casa del Vino de El Sauzal, Bodegas Ferrera presentó su nueva imagen en un acto al que asistieron el viceconsejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, el consejero de Agricultura del Cabildo de Tenerife, el alcalde de Arafo, representantes de los Consejos Reguladores, viticultores, bodegueros, restauradores y amigos de la familia.
Esta bodega goza de una tradición familiar vitivinícola que se remonta a mediados del siglo pasado, una época, según comentó la matriarca de la familia, Carmen Gloria Ferrera, en la que su abuelo “trabajaba laviña en los altos de Arafo y su abuela se encargaba de la bodega”. Animados por sus hijos, Mónica y Juan Rubén, en el año 2008 deciden embotellar su primer vino con denominación de origen. Gracias a su trabajo y esfuerzo, se han consolidado como un referente en los vinos de Tenerife y prueba de ello son sus reconocimientos nacionales e internacionales.
Con la inquietud constante de que sus vinos transmitan el “alma” de la familia, de sus viñas plantadas en un lugar único, entre el volcán y el pinar, a los pies del majestuoso Pico del Valle (Arafo), este año presentan un cambio de imagen totalmente innovadora en Canarias. No sólo es un cambio de logo representando a los cuatro pilares de la familia, sino que en la etiqueta se utilizan tintas termocromáticas ayudando a que los vinos se disfruten siempre a la temperatura ideal. Según explicó su diseñador, Jonathan García, se trata de un “cambio radical, ilustrando cada etiqueta con un elemento extraído del entorno, pinar, piñas, lava…”
Al mismo tiempo, aprovecharon la ocasión para presentar la nueva cosecha y unos nuevos vinos que engrosan su portafolio, como un monovarietal de albillo criollo, de parcela, enmarcado en el proyecto Enomac del Cabildo, vinos ecológicos y un vino “Atlanticum” o submarino que lleva reposando en nuestro mar 6 meses y con una preciosa ilustración en la etiqueta obra de Vivo Volta.