LA QUINTA ENMIENDA. El vino canario que cautivará hasta a Trump: la bodega El Sitio de San Juan se abre hueco en EEUU
En la festividad de San Andrés en Tenerife, son numerosos los bodegueros que se dan cita para descorchar sus vinos de temporada y realizar numerosas catas en el Archipiélago para dar a conocer la última cosecha fermentada de sus caldos.
Durante este año 2016 en vísperas de esta tradición vitivinícola, la bodega El Sitio de San Juan ha celebrado su exitosa trayectoria desde que comenzó la andadura en la aventura del sector bodeguero, con la primicia de la exportación de sus caldos a Sarasota (Florida, Estados Unidos).
Serán dos etiquetas de esta bodega las que viajen allende los mares, tal como llevan siglos de tradición exportadora los vinos canarios al resto del mundo. Una auténtica delicatessen como el blanco seco de Malvasía Aromática que ha logrado 3 premios en 2016, Medalla de Oro en el Concurso Oficial de Agrocanarias, Medalla de Oro en el Concours Mondiale de Bruxelles y Alhóndiga de Plata en el concurso del mismo nombre, y buque insignia de los concursos en Canarias, siendo Tacoronte el anfitrión de estos galardones celebrados en una antigua Arca de la Misericordia del siglo XVII.
El otro caldo exportado será un tinto joven con 4 meses de barrica a partir de cepas de Vijariego Negro que se encuentran en la finca de la misma bodega El Sitio de San Juan, que contiene 3 hectáreas destinadas al exhaustivo cultivo de las uvas a 300 metros sobre el nivel del mar, con la singularidad paisajística que le acredita como Denominación de Origen Islas Canarias (DOP Canarias).
“Una bodega realmente no es el empresario ni su nombre el que acredita su firma en el sector, sino su seña de identidad son sus vinos, la verdadera marca en el paladar y en el corazón de quien los conoce, son los caldos los que hablan por si solos, el bodeguero impulsa el espíritu creativo, pero el vino es el que cuenta su historia, el verdadero protagonista en la elección de los consumidores. Se degusta el vino por su idiosincrasia, no por el emprendedor, aunque estemos entre bastidores respaldando nuestros productos”, señala Francisco Yanes, el empresario valiente en este sector, explicitando que la gente debe recordar el nombre del vino, y escoger siempre la calidad.
Francisco Yanes recorrió diferentes fincas de Tenerife, hasta que decidió asentar su bodega en El Sitio de San Juan, en el municipio de Tacoronte, insigne cuna de los vinos en la isla. Aquí nace una importante tradición vitivinícola, añadida per se en la predisposición de sus tierras excepcionalmente fértiles para el cultivo de la vid. El empresario Yanes se inició años antes en el sector con otra bodega de Ribera del Duero, y ensalza el valor sentimental de esta bodega en Canarias, a su regreso a su tierra natal después de residir durante décadas en Venezuela.
La elaboración de los vinos a partir de las uvas procedentes de esta finca con el signo distintivo como Denominación de Origen, es la clave preservada por el enólogo y asesor de El Sitio de San Juan, Pablo González, que optó por una alquimia utilizando el alto potencial de la variedad de la uva cosechada sin añadir coadyuvantes sintéticos ni genéticamente modificados, encaminado a la obtención de unos caldos lo más naturales posibles en el proceso fermentativo y de asentamiento en las barricas francesas de roble pertenecientes a grandes firmas galardonadas.
El enólogo por Madrid y Burdeos, Pablo Gónzalez, aceptó el reto de la creación de esta bodega a propuesta del empresario Francisco Yanes, con la amplia posibilidad de “experimentar una auténtica alquimia en la bodega entre las diferentes barricas con innumerables aromas naturales dados por el propio proceso del vino, con la riqueza de ensamblar finalmente los caldos de estos especiales contenedores de roble, y dar vida a un vino único con un claro carácter de naturalidad”, explica el enólogo entusiasmado con el proyecto de El Sitio de San Juan, como baluarte en otros lugares del mundo a partir de esta navidad.
“Los vinos tienen un extenso mercado en Sudamérica y la apuesta empresarial de exportar a Sarasota, arranca de un conocido restaurante y gastrónomo amigo, que ha elegido nuestros vinos como “bebida estrella” en su local. Esperamos que en Florida la cultura del vino muy arraigada abra los caminos a los caldos canarios”, alega Francisco Yanes ante la incipiente actividad exportadora.
Los vinos de Tenerife, o “Tenerife Wine” denominación amparada por el investigador Carlos Cologan, viajaban por el mundo en el siglo XVIII en naves de comerciantes ingleses y franceses, aunque también en batallas navales fueron protagonistas, siendo el Capitán Cook un emblema de la presencia vitivinícola en la historia, y un recuerdo en el cuaderno de bitácora de muchos afines al vino. No sólo la memoria de las garrafas de vino en la Gesta de 1797 en Santa Cruz de Tenerife es relevante, sino la llegada de los caldos canarios por primera vez a Australia introduciendo en el continente la cultura social de este sector, “que escribe la historia”, como señala con cariño Carlos Cologan.