- Gran Canaria ha sido la última parada del programa formativo organizado por la Universidad de La Laguna que comenzó en Tenerife el pasado 22 de julio
Santa Brígida a 26 de julio de 2019.- Ayer tuvo lugar en la Casa del Vino de Gran Canaria la última de las cuatro acciones formativas realizadas por la Universidad de La Laguna, a través de la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias en colaboración con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Gran Canaria, incluidas en un plan de divulgación y formación que persigue vincular el sector primario al turismo cultural y sostenible, así como a los valores del territorio.
Durante el taller, titulado “Valores de desarrollo de la actividad enoturística en una bodega”, desarrollado por los miembros del equipo de la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias de la ULL, Gabriel Santos y María Fontes, participaron bodegueros, viticultores y agentes del sector que identificaron los recursos con los que cuenta la isla de Gran Canaria para desarrollar la actividad enoturística. El taller contó, además, con la participación de Felipe Monje, propietario de Bodegas Monje, que compartió su experiencia en el mundo del turismo enológico en el que lleva más de veinte años.
Monje, que expuso desde su experiencia cómo utilizar los recursos de la propia bodega y de su historia para complementar su actividad e “intentar que ese lugar que es de trabajo se convierta en un lugar de ocio”, señaló que ha sido “un proceso largo” en el que, poco a poco, ha ido descubriendo y equivocándose para llegar a tener una oferta enoturística consolidada.
La importancia del enoturismo
Este taller entra dentro de las actividades planteadas en el acuerdo de colaboración establecido entre el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Gran Canaria y la Universidad de la Laguna con el objetivo de acercar el enoturismo al sector vitivinícola. Según Gabriel Santos, “hoy los agentes que componen el sector del vino tienen mucho interés en diversificar su actividad y complementarla con otras acciones”. “Canarias tiene el recurso patrimonial, humano y, sobre todo varietal, que permite diferenciarnos a nivel mundial”, añadió.
El turismo enológico -que engloba a bodegas, a restaurantes, museos, queserías o alojamientos, entre otros- se ha convertido en una herramienta clave que ofrece numerosas posibilidades a bodegueros y viticultores para diversificar su producción, poniendo en valor un patrimonio intangible y potenciando la riqueza del territorio en el que se desarrolla.
Es por ello por lo que el Consejo Regulador de la D.O.P. Vinos de Gran Canaria junto con la Federación de Asociaciones del Sector Vitivinícola de Gran Canaria (VINIGRAN), el Cabildo de Gran Canaria a través de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC) y la Consejería del sector primario, la Asociación Canaria de Turismo Activo (Activa Canarias), la Agencia Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria (AIDER-Gran Canaria), Gran Canaria Natural, asociaciones empresariales, el sector privado y otros agentes del ámbito turístico, cultural y socioeconómico, se encuentran en pleno proceso de creación de la Ruta del Vino en Gran Canaria con el objetivo de generar una conciencia colectiva de relevancia en el sector vitivinícola y sus posibilidades de desarrollo en el territorio insular.