Papas Bonitas, Papas Antiguas, de ambas maneras, como también papas de color, papas tradicionales, hemos conocido y conocemos a esta especie de «trufa» canaria, manjar de la mejor calidad que utilizamos cuando de verdad queremos distinguirnos con un plato único. Y únicas son, ya que solamente en Canarias se preservaron, adaptaron y cultivaron desde hace más de cinco siglos. Su origen, como todas las papas -patatas en el resto del territorio nacional, salvo Andalucía que usa ambas terminologías-, es andino y posiblemente el tipo de suelo y la gran influencia de nuestros vientos alisios propició que no solo llegaran sino que pudieran permanecer sin alteraciones fundamentales, adaptándose de tal manera a nuestros suelos y clima que en la actualidad poseen características organolépticas diferenciadoras, por lo que podemos hablar de variedades propias; esto es algo similar a lo que ocurrió con las variedades de vid que tras la conquista de las Islas se fueron introduciendo desde España, Francia, Portugal, etc., hasta crear una colección de varietales tradicionales canarios como se reconocen ahora. En la actualidad se consideran para poder entrar en la Denominación de Origen Protegida Papas Antiguas de Canarias las variedades que se cultivan aquí y que fueron introducidas con anterioridad al siglo XX.
Para hacer algo de historia, podemos datar el conocimiento de la papa hasta 8.000 años atrás en la zona andina de lo que actualmente es Perú y Bolivia principalmente, en las estribaciones del lago Titicaca, pero que se extendía por tierras de Colombia, Chile, Venezuela o Ecuador, llegando hacia el norte a Guatemala y Méjico; su cultivo se establecía en cotas entre los 2.000 y 4.000 metros de altitud de manera preferente. Este dato proviene de unas excavaciones arqueológicas que tuvieron lugar en 1976 en las cercanías del pueblo de Chilca, al sur de Lima (Perú). Los conquistadores españoles la conocen posiblemente hacia el segundo tercio del siglo XVI, cuando llegan a esas tierras altas de Perú y empiezan a ser descritas en las crónicas. A partir de 1550 comienza a «exportarse» a España y posteriormente otros países europeos tras verse sus altas cualidades alimenticias «in situ». En el siglo XVIII ya se encuentra muy extendida por el continente, si bien en algunas partes fue tratada despectivamente al principio por ser un fruto que crecía bajo tierra. Hay más de 4.000 variedades comestibles de papas, a partir de algunas especies «domesticadas» para su cultivo humano; luego hay otro tanto de variedades silvestres, muchas de ellas no aptas para consumo. De entre las «domesticadas» por el hombre que fueron llegando a Europa en cada país o territorio climatológicamente diferenciado su cultivo fue adaptándose al mismo, logrando lo que con el paso del tiempo ha resultado convertirse en las papas comunes, de gran consumo, muy distintas de las originarias. Sólo en Canarias una amplia gama de ellas se siguieron cultivando sin alteraciones y son las que hasta nuestros días llegan como Papas Antiguas de Canarias, protegidas por la D.O.P.
El Reglamento determina que las variedades que pueden ser registradas como Papas Antiguas de Canarias son 29; en un próximo reportaje daremos el listado completo y haremos un recorrido por las que podemos conseguir en el mercado habitualmente, así como algunas especificidades del cultivo y de la papa; en algunos casos de esa relación autorizada no se cultivan papas en la actualidad o no se tienen datos significativos registrados. Este cultivo presenta la característica de haber sido tradicionalmente familiar, con pequeñas extensiones de terrenos, casi de subsistencia, habitualmente en terrazas. Eso ha conseguido que se siguieran sistemas de plantación, cuidados y recolección muy artesanales, sin el uso extensivo de maquinaria, manteniendo de este modo bastante inalterada la materia prima, dependiendo simplemente del clima y los suelos la evolución que ha tenido a lo largo de los siglos. Aunque la D.O.P. permite el cultivo en cualquiera de las Islas Canarias, solamente en Tenerife hay una producción significativa y en parte controlada; en otras islas se reduce a pequeños cultivos familiares. Con datos de 2016 en Tenerife podemos cifrar en unos 12.000 kilos los cultivados bajo denominación de origen -de ellos 6.000 se han comercializado y el resto se han guardado como semilla- y otros 25.000 kilos sin esa distinción del Consejo Regulador; las cantidades ofrecidas son las que de una u otra manera tiene registradas la «Asociación La Papa Bonita», habiendo otras pequeñas producciones familiares, como ocurre en las demás islas donde se pueden encontrar. Esta asociación tomó el relevo a la pionera «Asociación de Papas Antiguas de Canarias» que como tal logró el reconocimiento en 2012 por parte de la Unión Europea como Denominación de Origen Protegida para este emblemático producto canario…
…continuará.
http://www.lapapabonita.com
http://www.papasantiguasdecanarias.org (Página oficial de la D.O.P.)
http://www.cipotato.org/es (Centro Internacional de la Papa)