Recientemente, acaba de ser homenajeado por su trayectoria personal y profesional vinculada a la actividad agrícola.
La revista Campo Canario de Asaga Canarias Asaja, en su número 116, le hace una interesante entrevista que reproducimos a continuación:
Cuénteme, ¿cómo fueron sus inicios?
He estado toda la vida vinculado a la agricultura, de hecho, soy hijo y nieto de agricultores. Soy un vicioso de la agricultura, me encanta, y creo que la tierra siempre nos compensa de una manera o de otra porque nos proporciona alimentos y, aunque nos llevamos algunas desilusiones, también nos da muchas satisfacciones.
¿Cómo nació la bodega Cumbres de Abona y cómo ha sido su transformación con el paso del tiempo?
En aquellos momentos, hablo de la década de los ochenta, que estaba en marcha el Plan Vitivinícola de la isla de Tenerife, los agricultores de la zona nos dimos cuenta que íbamos a quedarnos discriminados porque en el municipio de Arico no había ninguna bodega mientras que en otras zonas como Tacoronte, San Miguel, La Orotava ya contaban con una. Ante esta situación, los agricultores decidimos unirnos para demandar nuestra propia bodega y no tener que llevar la uva a otros municipios ni depender de otras latitudes. En un tiempo récord, los 400 socios iniciales compramos 75.000 metros cuadrados de terreno donde, actualmente, está ubicada la bodega con la ayuda del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Tenerife, en concreto, de Ricardo Melchior.
El comienzo de la bodega supuso el gran cambio revulsivo del sur de la isla. A la bodega entraba uva de Guía de Isora, Güímar, Arafo, Fasnia… de todos los municipios de la comarca y pronto la uva que en un principio se pagaba en campo a alrededor de 20 pesetas el kilo, se pagó a 140 pesetas. Esa subida en el precio ilusionó a los agricultores hasta tal punto que en el año 1992, se consiguió meter en la bodega 800.000 kilos de uva. En esos primeros años, la uva cosechada por el vicepresidente de la bodega y la mía propia se llevaron a Valle de Guerra para comprobar si había materia prima de calidad para embotellar el vino. De su elaboración se encargó Mariano López Aria, Rafael Armas Benítez y Miguel Ángel Hernández Cabrera.
El resultado fue positivo, solo faltaba la gestión y en un plazo récord también se construyó la bodega con un presupuesto a la baja. Yo diría que los 85 millones de pesetas que costó la construcción de la bodega fue la mejor subvención que ha dado el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y la Unión Europea a esta comarca. Con la puesta en marcha de la bodega, se hicieron dos reconversiones importantes en el sector vitivinícola de la zona. Una tenía como objetivo recuperar todos los vidueños antiguos que tenía Canarias como el Malvasía, el Gual, el Verdello, el Vijariego o el Marmajuelo. La otra llegó con el cambio que experimentaron los vinos que hasta ese momento se hacían en Arico. El 95% de ellos eran blancos y un 5%, tintos, pero tras la creación de la bodega, comenzamos a producir la mitad de tintos y la otra mitad de blancos y unos ayudaban a vender los otros. En la actualidad la bodega vende toda la producción, está saneada económicamente ya que no se le debe dinero a nadie porque ha pagado la uva a todos sus proveedores y tiene buenas perspectivas por delante.
La disponibilidad de agua para la agricultura siempre ha sido su principal demanda…
Sin agua la agricultura no puede existir, por eso es muy importante que una organización agraria como ASAGA, el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias sigan apostando
y ayudando a producir agua. Es necesario desalar agua e impulsarla con energías alternativas a las zonas de medianías y zonas altas de la isla. No nos valen, las grandes inversiones que se están realizando en la costa porque donde hace falta agua es en las medianías y zonas altas porque es ahí donde está la despensa de Tenerife. Si dispusiéramos de agua en estas condiciones, tendríamos un campo floreciente y los jóvenes trabajarían en la agricultura. Podemos disponer de más cantidad de agua porque estamos rodeados de agua
salada, tenemos recursos naturales como el viento y el sol para producir energía y calidad en todo lo que sembramos con lo cual es viable y todo lo que es viable Europa lo financia.
No podemos esperar más tiempo porque si este año no hubiese llovido, habría sido el caos de cara al verano ya que no habría agua para regar y se hubiesen perdido todos los
cultivos.
¿A qué se debe el éxito de la Bodega Cumbres de Abona?
Se debe al sol que nos alumbra y a la tierra que son los recursos naturales que nos dan la calidad de todos los productos. Canarias es un vergel pero para poder seguir manteniendo nuestra agricultura, vuelvo a insistir, necesitamos agua.
Además del vino, el cultivo de olivos ha cobrado protagonismo en los últimos años, ¿cómo avanza este sector?
Va muy bien y este año esperamos recoger una cosecha que rondará en torno a los 100.000 kilos de aceitunas. El éxito de los olivos no solo es en Tenerife sino que se extiende al resto de las islas donde también se cultivan con muy buenos resultados.
¿Existen otros cultivos en los que la bodega Cumbres de Abona podría estar interesada en cultivar?
De momento, seguimos inmersos con la siembra de la viña y el olivo pero se podría probar con otros frutales como el almendro, que se da muy bien en la zona de medianías, o incluso, los pistachos.
Fuente: http://asaga-asaja.com/