Los responsables de la Denominación de Origen Protegida Islas Canarias instan a las Administraciones a vigilar el cumplimiento de la legalidad vigente en materia de importación de uva para vinificación. La DOP solicita que se supervisen aspectos como la trazabilidad, la legalidad en los registros de los operadores implicados, industrias agrarias, embotelladores. «Año tras año van aumentando los kilos de uvas importadas para vinificación y en muchos casos estos vinos no se ven el mercado identificados como tales, lo que produce una confusión en los consumidores y también un perjuicio en los viticultores canarios», advierte la DOP Islas Canarias.
La introducción masiva de uva de vinificación foránea no está permitida en la elaboración de vinos acogidos a figuras de calidad –Denominación de Origen Protegida (DOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP)– si está autorizado en la producción de vino que no goza de estos distintivos, y que posteriormente se ofrece como «vino del país» o «vino de la casa», confundiendo al consumidor sobre el origen del vino, que no es Canarias.
Esta importación puede generar también un problema agrícola de abandono de los viñedos y puede derivar en un posible problema de seguridad y calidad agroalimentaria. «La Administración debe garantizar la protección del consumidor y controlar también la competencia desleal que se puede producir con el ofrecimiento fraudulento de un vino que no es de las Islas. También tenemos que velar por el consumidor y por evitar una competencia desleal hacia el resto de operadores», señala la DOP.
El Estado es el competente, entre otros aspectos, en el control de la entrada de uva foránea a través de los puertos y aeropuertos y de comprobar la trazabilidad de la uva, inspeccionando la documentación de la procedencia de la misma y del vino producido.
(Remitido por la DOP Islas canarias)