Por Juan Carlos Hernández Rivero.
Dentro de los estudios de formación de Técnico Superior en Vitivinicultura del IES Santo Domingo de El Puerto de Santa María (Cádiz), más concretamente como parte de la asignatura impartida por el profesor Manuel Antonio Cobos “Cata y Cultura Vitivinícola”, se propuso a los alumnos realizar un trabajo dedicado a alguna de las denominaciones de origen españolas. Tal actividad consistía en buscar documentación suficiente sobre diferentes denominaciones de origen vitícolas, elaborar un trabajo a exponer posteriormente y hacer una cata de algún vino de las D.O. elegidas por cada alumno para así conocer mejor el panorama español vitivinícola, dentro del marcos de sus D.O. Aparte de la formación en viticultura se tratan otros productos como el aceite, las destilaciones o el vinagre, operaciones en bodegas y almazaras, laboratorio, visitas a viñedos y olivares.
Entre todas las comarcas españolas, la alumna Lilian D.M. se interesó por la D.O.P. Abona, de Tenerife. Para ello se puso en contacto con el Consejo Regulador para recabar documentación y asesoramiento sobre sus características más importantes: suelo, clima, variedades, tipos de vinos elaborados, etc., así como la legislación que regula las actividades vitivinícolas de tal denominación de origen, sus bodegas y oferta enoturísticas. La alumna citada eligió para realizar la cata final de su exposición con sus compañeros y profesor un vino de una de las principales bodegas de la comarca (Sdad. Coop. Cumbres de Abona), el Flor de Chasna blanco afrutado 2018 (100% Listán Blanco).
– Lilian nos comenta:
“El vino nos sorprendió a toda la clase por su alta intensidad aromática, desde flores y frutas blancas hasta aromas más tropicales como el guayabo. Todos estos compuestos odoríferos están en muchos casos analizados, formando parte de lo que se denomina el búfer aromático, alcoholes, ácidos, esteres, y un largo etcétera. Pues las combinaciones de estos compuestos son infinitas y es lo que da al vino su tipicidad organoléptica. Y es que ver lo que hay tras de una pequeña botella de vino no es nada simple, cada proceso, cada suelo, clima, variedad, levadura da un vino diferente, una sensación diferente, una complejidad diferente.”
Una vez más queda reflejado la gran diferenciación de los vinos canarios y más concretamente de los grandes blancos de Abona, diferentes y únicos, con una nariz y boca que no dejan nunca indiferentes a quienes lo catan. Unos vinos elaborados con varietales tradicionales prefiloxéricos, suelos volcánicos, con una orientación geográfica que le confieren gran insolación, así como cultivos que llegan a cotas superiores a los 1300 metros sobre el nivel del mar.