Pues sí, ya existe un vino de este color. Un grupo de intrépidos jóvenes lanzaba en la localidad leonesa de El Bierzo un vino azul bajo el nombre comercial Gik y recientemente, en Tenerife, la bodega Balcón de La Laguna, situada en la zona de Las Mercedes, ha incorporado a su tradicional catálogo la variedad denominada Blue.
Ahora bien ¿se trata de una moda o ha venido para quedarse? Hay quienes ya apuntan que tan colorista irrupción responde a una estrategia de búsqueda de nuevos nichos de mercado, una propuesta dulce y apetecible que pretende despertar los paladares de un segmento de público joven, en consecuencia potencialmente numeroso, más volcado a los frizantes y espumantes dulces.
Los creadores de Gik incorporan, además, un valor sociológico. Quieren huir de la rigidez de las antiguasetiquetas, en lo personal y lo social, un comportamiento que hacen extensivo a la industria vitivinícola y sus acepciones: vinos de mesa, de postre, reserva, crianza; vino tranquilo, de guarda, de la tierra… No se sienten identificados con lo tradicional y apuestan por el cambio frente a lo “viejuno”: una bebida “emergente”, como esas nuevas formaciones políticas, que aflora sin herencias.
Otra cosa bien distinta es la acogida que tenga entre los ortodoxos. A propósito, Alejandro Iglesias, periodista, sommelier y uno de los creadores de Vinómanos explica que “por normativa no puede llamarse vino. Lo correcto sería nombrarlo como una bebida a base de”, señala. Sus defensores sostienen que está elaborado con uvas, sabe a vino y huele a vino, aunque algunos lo califiquen de “blasfemia”.
Para obtener este llamativo color se utiliza la antocianina, un compuesto natural procedente de la piel de la uva (hollejos) y la indigotina. En un primer momento, se crea una base mezclando una proporción diferente de uva blanca y uva tinta sobre la que se añaden dos pigmentos naturales obtenidos a través de la sintetización en laboratorio: antocianina, pigmento propio de la uva tinta, e indigotina. El último paso es suavizar el producto utilizando edulcorantes no calóricos.
En el caso del Blue, el enólogo y propietario de la bodega Balcón de La Laguna, Manuel Capote, destaca que se obtiene a partir de pigmentos naturales del hollejo de uvas de la comarca de Tacoronte-Acentejo, que se mezclan durante la fermentación con levaduraspara realizar un proceso enzimático que da como resultado el color azul, sin ningún aditivo artificial, de un vino de 11 grados.