De familia le viene a este joven sumiller su pasión por los vinos. Su abuelo regentó una licorería en Santa Cruz de Tenerife y su padre abrío en 1984 «La Vinoteca» en la ciudad de La Laguna. Si bien sus intenciones profesionales iban por otros derroteros, finalmente cursó formación como «Técnico en elaboración de vinos y otras bebidas» y posteriormente obtuvo el título de sumiller en el Hotel Escuela Bellamar (Marbella). En 2004 ganó el III Concurso Regional de Sumilleres de Canarias. Tras pasar por diferentes empresas, actualmente forma parte del equipo de «Vinófilos, más que vinos» (www.vinofilos.es), compaginando la pura actividad comercial con la de asesoramiento y formación que brindan a los clientes, de ahí el nombre de la empresa. Con él inauguramos esta nueva sección de entrevistas en Bodega Canaria que estará dedicada a darle protagonismo a diferentes profesionales del mundo de la vitivinicultura y la gastronomía canarias a través de un cuestionario que hemos denominado «Las doce de…»
1 Bodega Canaria.- ¿Para quienes no tengan clara su función, qué es un sumiller?
Óscar Santos.- Se trata de un asesor con conocimientos de vinos y gastronomía -enología, viticultura, historia, etc-. Es la persona responsable del apartado de vinos en el restaurante; entre sus funciones está la confección de la carta de vinos -tamaño, forma, estilo-, responsable de las compras y la gestión adecuada de la bodega, coordina el servicio del vino. Luego, aparte del vino, ha de dominar materias como quesos, aceites, aguas, destilados, café, etc.
2 B.C.- ¿Considera que es una formación con salidas profesionales?
Ó.S.- Actualmente creo que tiene mucho potencial en la restauración, tiendas especializadas e incluso cadenas de supermercados con una amplia oferta en vinos.
3 B.C.- Armonía o maridaje ¿Con qué término se queda?
Ó.S.- ¡¡¡Armonía!!!
4 B.C.- ¿Cómo se llega a dominar tantas funciones y tantos cientos de productos?
Ó.S.- Aparte de la titulación como sumiller no podemos olvidarnos que es necesaria una formación constante, donde nunca podemos estancarnos.
5 B.C.- ¿Realmente el cliente se deja aconsejar por su criterio?
Ó.S.- Sí, pero también el sumiller ha de ganarse la confianza de cada cliente con humildad profesional.
6 B.C.- ¿Cree que es realmente rentable para un establecimiento disponer de sumiller?
Ó.S.- Por supuesto que sí, siempre que la gestión sea buena es muy rentable un buen sumiller.
7 B.C.- Vamos al mundo del vino; se dice que las mejores armonía se dan entre gastronomía y vinos de una misma región.
Ó.S.- La armonía es muy relativa; de manera genérica hay ciertas normas que van bien. De todas formas la asociación de comidas típicas con vinos de la zona no siempre funciona, es más complejo que eso.
8 B.C.- Si pudiera destacar solamente una o dos características de los vinos canarios… ¿Con cuáles se quedaría?
Ó.S.- Exotismo y carácter volcánico, sin duda.
9 B.C.- ¿Qué opinión, profesionalmente hablando, tiene de los llamadas «afrutados»?
Ó.S.- Basándonos en las buenas elaboraciones son perfectos para iniciar a nuevos y futuros consumidores del vino.
10 B.C.- En los últimos años ha habido una verdadera explosión de cervezas artesanales. ¿actualmente suponen una competencia para los vinos en la mesa?
Ó.S.- Creo que la cerveza artesanal utiliza el mismo «lenguaje» que el vino y no creo que suponga una competencia.
11 B.C.- ¿Sirven de algo los concursos y sus premios? Hay vinos que nunca participan en ellos y son muy reconocidos por su calidad.
Ó.S.- Comercialmente son interesantes y para muchos consumidores los premios y las puntuaciones en guías especializadas son importantes. Evidentemente es una opción que las bodegas participen o no libremente. Para un consumidor la clave es ser lo más objetivo posible, sin que el criterio de cada uno se vea alterado por una relación de premios o de puntos…
12 B.C.- ¿Invitaría a formarse a los jóvenes como sumilleres?
Ó.S.- Sí, sin duda. No sólo se basa esta profesión en la formación recibida en un curso, hay que probar-catar, viajar, estudiar, ser un curioso de este mundo.