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No importa tanto ser la primera

Este año, cosas del clima, las vendimias en el sur de España y en Canarias han adelantado un poco las tareas del corte de racimos. El estado de maduración óptimo es el parámetro que marca si una parcela se puede vendimiar antes o después. De la calidad de ese fruto recogido dependerá mucho el posterior trabajo enológico dentro de la bodega, del que en pocos meses saldrá el resultado tan largamente esperado: los vinos de la Cosecha 2017. Las noticias corren por los medios de comunicación, impresos o digitales, como la pólvora; si ha sido aquí la primera de todas, si ha sido un poco más allá… En nuestro caso, el de las Islas Canarias, si cabe se acentúa un poco más la pugna por llegar antes, aunque sean 200 kilos de uva. Un revoltillo de once denominaciones de origen, acentuado en la isla de Tenerife con cinco propias más la de carácter regional, abre la veda para una auténtica carrera por llegar a la meta de la primicia como noticia destacada, porque es que aún estamos en julio.

A un lado disputas de días o de horas por haber dado el primer corte, lo que más nos debe importar en este momento es que en todas las parcelas de todas las islas, con independencia de la denominación de origen a la que se encuentre adscrita cada una, se pueda recoger uva de calidad, de la mejor calidad posible, para que enólogas y enólogos de las bodegas canarias logren que su sueño y para lo que trabajan muy duro se haga realidad, que no es otra cosa que a partir de noviembre o diciembre empiecen a llegar a las estanterías y cavas de restaurantes, vinotecas, supermercados o grandes cadenas de alimentación, y por supuesto a nuestros hogares, esos maravillosos  vinos de carácter único y diferenciador. Algunos serán elaborados 100% con variedades tradicionales canarias (Listán Blanco y Negro, Marmajuelo, Malvasías Aromática o Volcánica, Negramoll, Baboso Negro, Albillo Criollo, Gual y un largo etcétera), otros con las muy interesantes influencias de otras variedades llegadas a nuestro territorio hace menos tiempo (Syrah, Tempranillo, Merlot…), pero que tras producir sus cepas en suelos volcánicos y las especiales condiciones climáticas de cada zona, dan igualmente vinos particulares y ya bien reconocidos por su calidad, permitiendo en el caso de los tintos buenas crianzas en barrica.

Luego, por supuesto, será nuestro propio paladar y gusto personal el que nos decante hacia un blanco seco o afrutado, un tinto joven o con barrica, un espumoso o un dulce natural, de la D.O.P. Abona, o de una bodega con D.O.P. Islas Canarias, pasando por las denominaciones de origen protegida de Lanzarote, Gran Canaria, La Palma, El Hierro, La Gomera, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güímar, Ycoden Daute Isora o Valle de La Orotava. En cada comarca, sus viticultores y bodegueros se empeñan en intentar cautivar cada año nuestros sentidos con las variedades que cultivan y los vinos que elaboran a partir de ellas. Luego está la labor constante de sus consejos reguladores para mantener la calidad que cada denominación de origen protegida quiere para los suyos.

Seamos curiosos, probemos, ya que siempre habrá un vino canario que nos podrá sorprender. Cada vez es más fácil tener acceso a la información mediante la consulta de webs especializadas -como la nuestra-, o de las que cada denominación de origen y la mayoría de las bodegas dedican a facilitar contenidos relacionados. Ya no es un problema, como ocurría no hace muchos años, adquirir una botella de un vino elaborado en Canarias con garantía de Denominación de Origen Protegida; hay muchos establecimientos que ofrecen, afortunadamente, cada vez más espacio a ellos y con unos precios muy competitivos, incluso ya existen con sus marcas propias y exclusivas. Cuando el único factor que pueda frenarnos en la compra sea que quizás su precio no es el más barato, debemos pensar por un instante en el tipo de territorio donde nos encontramos: una marcada orografía, con importantes desniveles en el terreno y parcelas de pequeña extensión. Esos condicionantes hacen que la mayor parte del trabajo y en especial la vendimia sea totalmente manual. Los costos de un trabajo de vitivinicultura así son muy elevados y las producciones pequeñas, pero también a cambio nos ofrecen casi vinos de autor, de parcelas determinadas, de un clima excepcional ¡Merecen la pena!

Fotos: C.R.D.O.P. Abona (Tenerife)

 

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