El Consejo Regulador de la D.O.P. Abona convoca la segunda edición de su concurso fotográfico con el ánimo de premiar a los aficionados a la fotografía, así como de promocionar el mundo del vino y el enoturismo en la comarca de Abona. Podrán participar en el mismo todas aquellas personas que presenten fotografías en el plazo previsto sin haber ningún tipo de limitación de edad ni nacionalidad. La temática será la viña y el vino en general (recogida en el campo, trabajadores, útiles de trabajo, etc.), los vinos de la D.O.P. Abona en cualquier de sus variedades y las Bodegas. La técnica será libre aceptándose fotografías de paisaje, retrato, bodegones… siempre y cuando el elemento principal en las imágenes sean la vendimia, viñedos, vinos o Bodegas.
Las fotografías se presentarán en formato digital. Se permite el retoque de las fotografías, siempre que sea para aplicar filtros globales que mejoren su calidad (brillo, contraste…). No está permitido, sin embargo, aplicar operadores globales para añadir o eliminar elementos, mezclar varias fotos o modificar su composición original. Las imágenes se enviaran en formato jpeg o jpg con un tamaño de 30x40cm o de 40×50 cm y una resolución mínima en cada caso de 150 ppp, no excediendo de 10 megabytes reales, sin interpolar y sin capas. No se publicarán ni aceptarán archivos con contenidos contrarios al derecho al honor, a la intimidad personal y familiar o a la propia imagen de las personas. En todo caso, no se aceptará ningún archivo que sea contrario a la legalidad vigente. No se admiten las imágenes de animales en cautividad, modelos o mascotas. Tampoco las de plantas domésticas.
La cultura y el mundo del vino están profundamente enraizados en el pasado de Canarias. Se tiene constancia de que los primeros cultivos de viña se remontan a finales del siglo XV. Pronto el vino de las Islas Canarias adquirió un prestigio relevante y una gran diferenciación con otros vinos europeos gracias a las particularidades orográficas y climáticas y los diferentes suelos volcánicos del archipiélago. Los siglos posteriores provocaron que el mercado del vino fuera perdiendo el auge que tuvo en el siglo XVI. Primero por la pérdida del mercado inglés debido a las tensas relaciones entre Inglaterra y España durante el siglo XVII, la destrucción del puerto de Garachico, por donde salían las exportaciones vinícolas, con la erupción volcánica en 1706 y la entrada de enfermedades como el oídio y el mildiu a mediados del siglo XVIII. Posteriormente los cultivos de viñas en Europa se vieron afectados por otra gran plaga: la filoxera. Esta plaga acabó con prácticamente la totalidad de los cultivos de viña. Canarias no se vieron afectados lo que posibilitó que el cultivo de uvas y la producción de vino pudiera continuar para el consumo local. Desde mediados de la década de los 80 del siglo pasado se ha ido recuperando la producción de vino en Canarias, mejorando la calidad y recuperando las exportaciones.
Tenemos que remontarnos a la década de los 50 cuando la Cooperativa de Fasnia pone en marcha una bodega y llega a embotellar su producción de vino. En 1988 la Cooperativa de San Miguel crea su propia bodega, siendo la primera bodega con cierta tecnología de elaboración. Dos más tarde se crea la Cooperativa Cumbres de Abona, verdadero revulsivo y motor del desarrollo vitivinícola que ha experimentado la comarca, ya que su carácter comarcal la convirtió en la bodega más importante de Abona y una de las más relevantes en la isla. En 1995 se creó el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Abona, que ha contribuido al desarrollo del sector ya iniciado.
http://vinosdeabona.com/concurso/