La naturaleza accidentada del terreno por un lado y, por otra, el fraccionamiento a lo largo de los años de las propiedades más grandes, hacen que los viñedos de El Hierro suelan ser parcelas muy pequeñas, a menudo en condiciones que en otras partes de Europa se considerarían como “Viticultura Heroica”. Además, la orografía y orientación de cada parcela produce un microclima diferenciado y esto, junto con la composición del suelo de la parcela, hace que cada viñedo sea único en un fascinante mosaico conservatorio de variedades y comportamientos, de color y de fauna y flora asociadas. El valor de la viticultura no reside solo, ni de lejos, en las uvas que produce, ni en el vino que elaboremos con ellas. Su verdadero valor está en su existencia, en la continuidad de nuestro pasado, la conservación de nuestro entorno, está en su valor paisajístico y social. El viñedo es, ineludiblemente, parte del ser social e individual de cada uno de los herreños.
Zonas Vitivinícolas.
El Norte. Probablemente la zona de viticultura más antigua, el cuadrante noreste de El Hierro tiene el clima más moderado por la incidencia casi constante de los Alisios que traen humedad y nubosidad. Probablemente porque estas condiciones favorecen lasenfermedades de la vid que nos azotaron por primera vez en el siglo 19, la viticultura del norte se centra hoy en los alrededores de Echedo y sólo hasta una altura de unos 400 metros.
El Golfo. Desde el pie de los impresionantes acantilados y fugas que encierran el Golfo hasta el mar de nubes a unos 700 msnm es donde se cultiva la vid. Abierto al noroeste, los Alisios afectan menos al Golfo por lo que la altitud de los viñedos compensa el calor a nivel del mar. Esta zona, sin embargo, con cierta frecuencia sufre fuertes tormentas del oeste. La vid se cultiva en todo el arco del Golfo desde Frontera hasta Sabinosa en el oeste. En este último pueblo se producía uno de los vinos más afamados de El Hierro – el vino de la Veta – hoy lamentablemente no más que un recuerdo. La gran variedad de microclimas y suelos propiciaron en su día la proliferación de diferentes variedades de uvas, algunas de las cuales estamos intentando recuperar. En su conjunto el Golfo es la zona donde más se cultiva y donde más vino se produce: la bodega de la Cooperativa Vinícola recibe uvas de toda la Isla.
El Pinar. Hasta hace ciento cincuenta años si hubiese viñas en el sur de El Hierro eran parras aisladas en sus casas humildes. Ahora, sin embargo, es la zona donde más se está plantando. Los Alisios del norte y noreste descargan su humedad al pasar por encima de las cumbres de la Isla antes de llegar a El Pinar donde se goza de cielos despejados casi todos los días. No obstante, la pluviometría de la zona es bastante alta, unos 600 mm/año, aunque de fuertes lluvias procedentes del oeste en pocos días entre noviembre y abril. La vina se cultiva entre 600 y 900 msnm por lo el invierno es largo y frio para estos latitudes. Entre julio y agosto las temperaturas son altas y la insolación muy elevada.
Las Variedades.
Los herreños no han tenido reparo ninguno en adoptar como propia cualquier variedad de vid que llegara a la isla y a lo largo de los años adaptarla a su suelo y clima, a veces muy diferentes a los de su origen. En consecuencia, aunque algunas tienen el mismo nombre o la misma apariencia botánica, en la Isla algunas de ellas desarrollaron un comportamiento enológico bastante distinto al original y otras han ido evolucionando hasta casi constituirse en variedades nuevas; algunas de ellas son: Verijadiego Negro -derivada de la Sumoll catalana-, Baboso Negro -de origen algo dudoso, se cree que del noroeste peninsular-, Verijadiego Blanco -de procedencia incierta-, Listán Negro -variedad autóctona canaria conocida en El Hierro como Negramuelle-, Listán Blanco -proveniente de la Palomino de Andalucía-, etc. De menor relevancia en cuanto a su cultivo, y a veces poco más que testimoniales, son las variedades: Tintilla, Negramol, Bastardo Negro, Baboso Blanco, Burra Blanca, Bremajuelo, Gual, Malvasía, Moscatel y Pedro Ximénez.
Verijadiego Negro. Es una “variedad fósil” de El Hierro, redescubierta hace sólo unos pocos años. Se da bien en la zona sur de la Isla a altitudes de hasta más de 1000 m. Muy rústica, es vigorosa, muy productiva y resistente a las enfermedades. Las hojas son grandes, lampiñas y de un verde claro e intenso. Es una variedad de ciclo largo, vendimiándose al menos un mes después del Listán Negro. Las uvas son grandes y ovaladas con la piel de un color intenso. Muy dulces, tienen un elevado potencial alcohólico y una acidez también muy elevada. Se elaboraran con el Verijadiego Negro vinos jóvenes varietales muy apreciados a la vez que algunos bodegueros consideran que su mejor contribución al placer del vino es en la “coupage” con otras variedades, especialmente el Listán Negro, a las que aporta acidez, color y aromas.
Baboso Negro. Esta variedad fue también redescubierta hace muy poco y, debido a su gran potencial enológico, su cultivo ha aumentado rápidamente. Es de ciclo corto, con una producción media. Las hojas son casi enteras y las uvas pequeñas en racimos pequeños y apretados. Tiene buena acidez y potencial alcohólico. Es apto para largas maceraciones, lo que permite una buena extracción de color. Como vino joven varietal es muy apreciado y en “coupage” mejora los elaborados con otras variedades.
Listán Negro. Es la variedad tinta más cultivada en Canarias. Es una vid vigorosa con hojas grandes de verde oscura y casi redondas. Tiene un ciclo medio y una buena producción. Se cultiva a todas las altitudes. Los racimos son grandes y característicamente troncocónicos con una o dos alas. Las uvas son redondas, de tamaño medio y apretados. Produce excelentes vinos jóvenes.
Verijadiego Blanco. Esta variedad es la blanca más típica y más cultivada de la zona de El Golfo. Es vigorosa y productiva, con hojas medianas a grandes. Es muy sensible a la insolación por lo que no se da bien en altura ni en la zona sur, donde tradicionalmente los viticultores cubrían los racimos con helechos y ramas de pino. Las uvas son ligeramente ovaladas y doradas. Tiene un buen potencial enológico debido a su equilibro acidez-azúcar. Es frecuente encontrar vinos elaborados con Verijadiego Blanco y Listán Blanco en diferentes proporciones, lo que realza las cualidades de ambas uvas. No obstante, un Verijadiego Blanco monovarietal puede ser excepcional.
Fuente y fotografías: http://doelhierro.es/