Elaborados con uvas Negramoll y Albillo. Envejecidos en barricas de tea (pino canario) lo que le confiere un intenso aroma y sabor típico de resina. Son vinos de suave capa rojo cereza con tonalidades tejas, de aromas frutales y herbáceos integrados en un fondo reinoso, que por sus características recuerdan los vinos griegos «Retzinas». Con una graduación alcohólica que va de entre 11-13 en Vol.
Dentro de la Denominación de Origen de Vinos de La Palma, en la subzona Norte se autoriza la denominación «Vino de Tea» en el etiquetado de aquellos vinos blancos, rosados o tintos, que adquieren sus cualidades por envejecimiento en envases de madera del corazón del «Pinus canariensis» (tea). Esto les confiere características organolépticas propias y tradicionales. La barrica de roble o castaño ha sido aquí sustituida tradicionalmente por otra de esta madera. En el Norte de La Palma, podemos distinguir dos zonas, la Noroeste y la Noreste. Ambas se diferencian, en cuanto a técnicas vitícolas, variedades cultivadas, técnicas artesanales de elaboración, etc. Siendo los vinos de tea los más tradicionales en la comarca Noroeste, que incluye los municipios de Garafía, Puntagorda y Tijarafe. Se trata de una ladera muy pendiente, cortada por numerosos y profundos barrancos y en la que la mayor parte del viñedo se encuentra en cotas altas, situadas entre los 800 y los 1500 metros de altitud. Los vinos de tea se suelen elaborar con una mezcla de variedades, blancas como Listán Blanco y Albillo, suelen madurar antes y aportan a la mezcla la cantidad de azúcar necesaria. La variedad tinta, más tardía, la Negramoll, aporta acidez y algo de color. El Prieto y el Muñeco o Almuñeco, son de maduración más temprana que la anterior y aportan mayor cantidad de materia colorante a los vinos de tea.
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