Maite Corsín, con más de dos décadas de experiencia en la industria del vino, coordina un equipo de especialistas en diversos ámbitos que trabajan con el propósito común de que la bodega encuentre su sitio en el mercado y tenga un horizonte de futuro bien definido. El servicio de consultoría integral de Moving Wines era prácticamente desconocido hasta ahora en España, si bien en zonas vitivinícolas americanas, como California, hace tiempo que está asentado y resulta muy apreciado.
A buen seguro, con Moving Wines también se consolidará y se verá como imprescindible en España. El equipo, integrado por veteranos profesionales de materias como ventas, exportación, gestión, enología o enoturismo, se enfoca a ofrecer únicamente lo que cada bodega necesita en función de sus circunstancias. Nada más ni nada menos. Siempre con la mente puesta en que su trabajo se materialice cuanto antes en la rentabilidad de la bodega.
Moving Wines está volcada «en aportar innovación al sector, de manera que las bodegas se muevan con parámetros actuales pero siempre de acuerdo con sus principios», explica Corsín. En esta línea, algunos de los servicios que ofrece la empresa, siempre muy prácticos, son: estudios de mercado exterior para conocer nuevos mercados alternativos; estudios de notoriedad de marca; la implantación de un diseño y merchandising para distribución, restaurante y tienda, algo que nadie ofrece en España; la actualización de la web para posicionarse con un mensaje claro; o un inventario de las marcas de la bodega para potenciar las más rentables y reducir las que no hagan falta.
Del mismo modo, en Moving Wines desarrollan planes de marketing de contenidos para optimizar la comunicación de la empresa, ayudan a crear nuevos vinos innovadores o a estudiar nuevos servicios innovadores para la bodega, saben cómo hacer que el mensaje de una bodega se distinga radicalmente de otra vecina que tenga la misma zona y la misma variedad de uva. A la hora de fomentar el enoturismo, preparan un plan de actividades basado en la identidad de la bodega, que incluye storytelling, gastronomía, catas sensoriales, enlaces con los agentes turísticos y todo lo necesario.
EVITAR ERRORES
La responsable de la empresa expone que la rapidez con la que se ha movido el vino en el boom de los últimos años ha llevado a tomar decisiones en muchos casos erradas. «Hay bodegas –afirma Corsín- que se han puesto a vender sin saber cuál es su diferenciación o que se han gastado muchísimo dinero en producción, en exportación o en comunicación sin ton ni son, de forma que les ha llegado un momento en que no ven la repercusión de esa inversión». El trabajo de Moving Wines consiste en reorientar cada proceso.
ADAPTACIÓN A CADA BODEGA
¿Cómo lo hacen? «Hay que bajarse al terreno, a lo que es cada bodega», sintetiza Maite Corsín. Ven sus necesidades y determinan qué servicios precisan. Habrá bodegas que necesiten un pequeño ajuste de la gestión diaria, otras que piensen someterse a un análisis exhaustivo de sus finanzas, otras una mayor coordinación interna, y por supuesto las que aspiren a un relanzamiento y posicionamiento adecuado de su marca. Todas ellas tienen soluciones con Moving Wines, mediante un equipo que aúna multitud de servicios.
Corsín matiza que, aun interviniendo sobre un aspecto concreto, lo abordan desde una óptica global, de conjunto. «No somos un servicio de comunicación al uso, ni un vendedor de vinos, ni un enólogo… lo que hacemos es analizar absolutamente todos los procesos, los datos, las personalidades para ‘limpiarlos’ y hacer que todo tenga coherencia para lograr un buen posicionamiento en el mercado y un largo recorrido de futuro», añade.
En Moving Wines son conscientes de los prejuicios existentes a veces sobre las consultorías. En resumidas cuentas, hay quien las ve como un intruso caro. Y ni una cosa ni la otra. Además de adaptarse a cada proyecto, uno de sus grandes objetivos es retirarse cuanto antes, que su intervención sea lo más breve posible: «somos muy flexibles, hay interloución continua y les damos las herramientas para que ellos sepan manejar las iniciativas activadas», aclara la responsable de la compañía.
EL NEGOCIO ESTÁ EN LA MARCA
Lo explican de forma incansable. Sin vino puede que no haya marca, pero sin marcha tampoco habrá vino. «La marca es el negocio» y ese es uno de los grandes puntales que sostiene el servicio de Moving Wines. Conocedores de las tendencias en este campo a nivel mundial, inciden en que «en Estados Unidos, y en el mundo anglosajón en general, hoy en los nuevos proyectos todo se enfoca a hacer énfasis en la marca, que es tu mensaje, el escaparate que tienes que ir llenando con contenido, con valores, con acciones…», manifiesta Corsín. Al final «es lo que va a recordar la gente y en el mundo del vino, con tantísima marca, es fundamental lograr la diferenciación».
Una de las claves de Moving Wines es un profundo conocimiento del mercado del vino
Moving Wines cuenta con acreditada solvencia en la definición de marcas. «Sobre todo tienen que tener coherencia», insiste Corsín. Y esa necesidad se construye a partir de la historia de la bodega, la personalidad de los propietarios, el tipo de vinos que hacen y la organización de su gama, el mercado al que se dirigen y un conjunto de factores en el que cuidan todo detalle con la vista puesta en fidelizar tanto al cliente como al consumidor final.
De este modo, se han enfrentado a proyectos muy diversos. Desde la bodega que busca grandes ventas a bajo precio, para la que se centraron en diseñar una etiqueta muy impactante y en estudiar todos los elementos visuales de la compra, hasta la que quiere asentar su imagen en la elaboración artesanal y de calidad, con la que estudiaron cómo proyectar sus valores a muy largo plazo. Saben cómo hacerlo y cómo comunicarlo, con claridad y sin parches, con estrategia.
CONOCER EL MERCADO, BUSCAR AL WINE LOVER
Una de las claves de Moving Wines, que les permite orientar cada proyecto, es un profundo conocimiento del mercado del vino y de sus tendencias. Lejos de aplicar estudios convencionales realizados con esquemas quizá caducos, parten de una premisa muy sencilla que a menudo se olvida: «cada bodega tiene su cliente».
Por eso, en cada proyecto la propuesta tiene que ser diferente, bien adaptada y ajustada. Maite Corsín pone ejemplos: «hay bodegas muy pequeñitas para las que es suficiente gestionar un club de vinos, que les permite ir haciendo marca a través del enoturismo y de ese círculo más próximo, y otras que tienen claramente su mercado en un país concreto, con lo que la acción que diseñamos se basa en las tendencias de ese público».
En todo caso, en Moving Wines consideran poco útil segmentar el público en función de edades o género. «Nosotros insistimos muchísimo –sostiene Corsín- en que hay que encontrar al wine lover, al entusiasta del vino, porque es el que más te va a seguir y el que más se implica, el que menos cuesta y el que más da».
Sin duda, un servicio útil para cualquier bodega que quiera ponerse al día y buscar su norte en un mercado vinícola a menudo demasiado agitado y confuso.
Acerca de Maite Corsín
Maite Corsín, periodista y comunicadora, cuenta con 21 años de experiencia en la industria del vino. Ha organizado ferias comerciales en España y Sudamérica, ha trabajado en edición y cata para la Guía Peñín durante once años, investigación de mercado y proyectos de club de vinos, merchandising y organización de seminarios especializados.

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MAITE CORSIN
mcorsin@movingwines.es
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